QUÉ VER Y HACER EN EL MAR MUERTO JORDANO

Protagonista de varios capítulos de la Biblia, visitado por la reina egipcia Cleopatra y con unas propiedades terapéuticas únicas, el mar Muerto es considerado como el spa natural más grande del mundo. Flotar como un corcho en el mar Muerto y embadurnarse con sus barros curativos se ha convertido en una experiencia imprescindible de cualquier viaje por libre a Jordania. El mar Muerto, que en realidad es un gran lago, representa el punto más bajo del planeta, a más de 400 metros por debajo del nivel del mar. Esto hace que sea un enclave muy caluroso, mucho más que el resto de Jordania. Para que os hagáis una idea, nosotros estuvimos a finales de octubre y tuvimos unos 33º durante el día.

Sin embargo, la mayor peculiaridad del mar Muerto, y lo que nos permite flotar en él sin ningún esfuerzo, es que está compuesto en un 34% de sal y este porcentaje va en aumento cada año. Las escasas lluvias y las pocas fuentes de agua dulce que lo alimentan hacen que el agua se vaya evaporando paulatinamente dejando más y más sal en el lago. Esto también significa que el mar Muerto se va reduciendo cada año, las orillas se van alejando y cada vez hay que caminar más para llegar a ellas. Así que, ¿a qué esperáis para visitar esta increíble parte del mundo? 🙂

Cómo llegar al mar Muerto

La zona turística del mar Muerto de Jordania se encuentra al norte, a una hora en coche de Amán, donde están la mayoría de hoteles y resorts. La manera más cómoda de llegar por libre es en coche de alquiler. Además, algunos hoteles de la zona ofrecen servicios de transporte que os llevarán y os recogerán de donde indiquéis. Si no queréis hacer noche, una excursión desde Amán es una excelente idea.

Excursiones al mar Muerto

Excursión a Betania y mar Muerto
Excursión a los castillos del desierto y Mar Muerto
Excursión a las aguas termales de Ma’In
Excursión a Madaba, mar Muerto y monte Nebo
Excursión a Gerasa, castillo de Ajlun y mar Muerto

Alojamiento en el mar Muerto

Las opciones de alojamiento son muy variadas, pero bastante caras en general. Hay que tener en cuenta que éste es el destino vacacional de multitud de locales y turistas de países vecinos. Hay una gran variedad de resorts a las orillas del mar Muerto entre los que elegir. En total estuvimos dos días completos en el mar Muerto y decidimos pasar la primera noche en uno de estos resorts para disfrutar cómodamente de la experiencia de flotar en el mar Muerto. Elegimos el Dead Sea Spa Hotel que, pese a ser uno de los más económicos de la zona, la verdad es que está muy bien. Tiene varias piscinas, acceso directo al mar Muerto (que era básicamente lo que buscábamos nosotros), habitaciones muy grandes y un delicioso y variado desayuno. También es posible cenar en alguno de sus restaurantes, aunque los precios son algo elevados para la calidad que ofrecen.

Si buscáis algo más auténtico y rústico, podéis alojaros en los Mujib Chalets, aunque no escuchamos muy buenas opiniones de viajeros recientes. Ya en el valle de Ma’In hay un hotel espectacular, el Ma’In Springs Hotel en el que tuvimos la suerte de alojarnos una noche y del que os hablamos en este post.

Atardecer en el Dead Sea Hotel Spa

Si vuestro plan es no alojaros en la zona, también es posible bañarse en el mar Muerto en alguna de sus playas públicas. Suelen tener duchas, casi imprescindibles para quitarse la sal de encima al salir y continuar con vuestro viaje. Estas playas suelen estar frecuentadas por los locales, por lo que encontraréis bastante ambiente y chiringuitos donde comprar algo de comer o beber.

Os dejamos un mapa donde localizar nuestros alojamientos y comparar precios 🙂

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Qué hacer en el mar Muerto en Jordania

1. Fotografiar las formaciones de sal

Tras varias largas y solitarias horas de carretera desde el desierto de Wadi Rum, los cristales de sal de las orillas del mar Muerto comienzan a aparecer ante nuestros ojos, indicándonos que estamos ante un paisaje único. Es mediodía y el sol brilla insistentemente contribuyendo a un ambiente nebuloso, desértico y muy caluroso. Nuestra idea es aparcar nuestro coche de alquiler en alguno de los miradores habilitados y descender a las orillas para tomar algunas fotos. Llegando desde el sur, no fue hasta el tercer mirador que conseguimos encontrar un camino claro de bajada, concretamente un kilómetro antes de llegar al desvío de Wadi Mujib. Ojo que como el mar Muerto está en pleno retroceso, no prometemos que este sea el caso cuando lo visitéis. Os aconsejamos mirar las opiniones de los miradores en Google Maps.

El descenso empieza con un camino lleno de tierra y piedras, pero pronto el suelo empieza a crujir y nos damos cuenta de que estamos caminando, literalmente, encima de millones de cristales de sal. La orilla aún está lejos, lo que nos hace comprender que no hace mucho el agua llegaba hasta este punto. La erosión ha otorgado unos patrones muy particulares a estos cristales de sal, es todo un espectáculo caminar por aquí, aunque debemos hacerlo con cuidado porque están afilados como cuchillos. Por fin llegamos a la orilla. El agua aquí es transparente, podríamos pensar que estamos en una playa del Caribe, pero si nos fijamos detenidamente, podemos ver que toda la orilla está formada por sal. Desde pequeñas piedrecitas de sal hasta superficies enteras e incluso troncos y otras plantas completamente fosilizadas en sal.

2. Flotar en el Mar Muerto

Una vez instalados en nuestro alojamiento, el Dead Sea Spa Hotel, nos cambiamos rápidamente para aprovechar la luz del atardecer y bañarnos por primera vez en el mar Muerto. Todos los resorts tienen asignada una porción de playa privada con tumbonas, barros medicinales y duchas para quitarse la sal tras el baño. Teníamos miedo de que el agua estuviera fría, al fin y al cabo, estábamos a finales de octubre, pero nada de eso, el agua estaba calentita. De hecho, tiene una densidad extraña, como oleosa, que hace que la sensación de cambio de temperatura sea aún más leve. Así que nos sumergimos, nos relajamos y nos dispusimos a flotar durante minutos sin hacer absolutamente ningún esfuerzo. Para ser exactos, es como si una fuerza invisible te expulsara del agua. Por más que quieras, no puedes hundirte. Curiosísimo.

Sin embargo, el baño en el mar Muerto puede resultar peligroso, así que os dejamos unos consejos básicos para disfrutar sin riesgo:
No sumergir la cabeza, bajo ningún concepto. Y evitar tocar la nariz y por supuesto los ojos mientras estéis en el agua. Escuece como si quemara.
Ojo con las heridas. Esther se hizo un pequeño raspón en la pierna el día anterior y os asegura que el escozor es de otro planeta. De hecho, en todas las fotos sale con una pierna fuera y no es por glamour, es por supervivencia 😉
– No es aconsejable estar en el agua más de 15 minutos ya que podríamos deshidratarnos
– Dependiendo de la zona de baño, el fondo suele estar lleno de piedras y como no se ve, vamos más tranquilos con escarpines. Pero no os preocupéis, no hay seres vivos en el agua por motivos evidentes, así que nada os puede rozar de manera inesperada. Nuestra playa en concreto tenía bastante arena así que al final no los usamos, pero me consta que no todas las zonas son así.
No sumergirse de noche. En realidad, todas las playas cierran al atardecer y en las que no cierran porque no son “playas oficiales” está prohibido bañarse.

3. Embadurnarse de barro

En todas las playas encontraréis unos contenedores con lodo del mar Muerto. Por lo visto contiene minerales beneficiosos para la piel como sodio, potasio y hierro. El barro es igual de aceitoso que el agua, por lo que se aplica más o menos como una crema por todo el cuerpo. La clave es bañarse, aplicarse el lodo en la orilla, esperar a que se seque y volver a bañarse para quitárnoslo. Ojo si os echáis barro en la cara, en ese caso habrá que retirarlo bajo la ducha. Suena evidente viendo las recomendaciones de arriba… ¡pero a mucha gente se le olvida! Consejito extra, llevad un bañador oscuro si os pensáis embadurnar de barro 🙂

4. Visitar los valles y cañones de la zona

No todo en esta zona de Jordania es sal, desierto y ausencia de vida. La zona montañosa que rodea el mar Muerto esconde múltiples secretos en forma de cascadas, aguas termales y toboganes naturales. Esta fue una de nuestras zonas favoritas de Jordania, así que le hemos dedicado un post especial para contaros todo bien. Si queréis conocer más detalles os lo dejamos aquí: Wadi Mujib y Ma’In Hot Springs.

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