Visitar Abu Simbel de la manera más inteligente

Pareja camina por el templo de Abu Simbel bajo el sol

Visitar Abu Simbel era uno de los objetivos principales de nuestro viaje a Egipto por libre. Su impactante arquitectura, sus intrincados jeroglíficos y ese aura mística que se siente al estar ante miles de años de historia hacen que sea una visita imprescindible. Y sí, merece totalmente la pena el pedazo de excursión que hay que hacer para llegar a Abu Simbel.

Pero también éramos conscientes de las impresionantes aglomeraciones que se forman todos los días para visitar Abu Simbel: cientos de turistas que salen MUY temprano de Asuán y llegan todos a la misma hora a los templos de Abu Simbel.

Nada que ver con nuestra experiencia. Tuvimos la fortuna de pasear ante las grandiosas estatuas del templo de Ramsés II sin apenas gente. Pudimos hacer cientos de fotos con todo el tiempo del mundo y, lo mejor, admiramos el interior de los templos en completo silencio.

Si queréis conocer el secreto para disfrutar de uno de los templos más famosos del mundo sin aglomeraciones, en este artículo os lo contamos con todo lujo de detalles.

Chico sentado en un banco de piedra para visitar Abu Simbel. Al fondo, 6 estatuas enormes dee dioses egipcios escavados en la piedra.

Un poco de historia

Abu Simbel es un sitio arqueológico ubicado en el sur de Egipto, a orillas del lago Nasser. Es famoso por sus dos impresionantes templos tallados en la roca, que fueron construidos durante el reinado del faraón Ramsés II en el siglo XIII a.C.

La historia de Abu Simbel comienza en el año 1244 a.C., durante el reinado del famosísimo Ramsés II, que ordenó la construcción de dos templos para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh y afirmar su poder y divinidad. Los templos estaban dedicados a los dioses egipcios Amón-Ra, Ptah y Osiris, así como a la diosa del amor Hathor. La construcción de los templos fue un proyecto monumental que involucró a miles de trabajadores y duró aproximadamente 20 años.

La fachada del templo principal está adornada con 4 estatuas colosales de Ramsés II, que alcanzan una altura de unos 20 metros. En el interior, el templo está decorado con impresionantes relieves y jeroglíficos que representaban las glorias y conquistas de Ramsés II. Además, cuenta con una impresionante columnata con más estatuas de… sí, también de Ramsés II.

El segundo templo se ordenó construir en homenaje a la mujer favorita de Ramsés II, Nefertari y, aunque es más pequeño, posee igualmente una gran belleza.

Durante siglos, los templos de Abu Simbel permanecieron olvidados y ocultos entre la arena del desierto, hasta que fueron redescubiertos en 1813 por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt. Cuentan que un niño de la zona, al querer impresionar a Burckhardt, le contó que muy cerca había una zona con grandes piedras de lo más interesantes. Y vaya si lo eran.

Chica pasea a los pies de varias estatuas gigantes sentadas y escavadas en la roca.

Traslado del templo de Abu Simbel

Pese a sus años de abandono, el mayor reto que sufrió Abu Simbel fue la construcción de la presa de Asuán en 1960. Resulta que el presidente Nasser decidió construir una presa para limitar las inundaciones anuales del Nilo, que tantos destrozos causaba a los locales. ¿El problema? Que la creación de la presa implicaba una subida del nivel del agua que llegaría a inundar por completo Abu Simbel.

Para evitar la pérdida de este importante patrimonio cultural, se decidió trasladar Abu Simbel al completo a una ubicación más alta y segura. El proyecto de traslado duró varios años y fue llevado a cabo por un equipo de expertos internacionales en arqueología y construcción, dirigidos por la UNESCO.

Pero, ¿cómo se traslada un templo de miles de años sin dañarlo? Pues de la única manera posible. Cortaron el templo en bloques pequeños que fueron numerados y reubicados en una colina artificial construida unos 65 metros más arriba de su ubicación original. Cada bloque fue numerado y registrado con su posición original para poder reconstruirlo con precisión en su nueva ubicación.

El traslado fue un éxito y el templo fue reconstruido de forma exacta en su nueva ubicación en 1968. El proyecto fue un hito en la preservación del patrimonio cultural y atrajo la atención internacional hacia la importancia de proteger y conservar los monumentos antiguos.

Actualmente, el Templo de Abu Simbel es uno de los principales destinos turísticos de Egipto y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979. Si queréis saber más sobre esta interesante historia, os dejamos la carta original que se envió desde la UNESCO pidiendo ayuda a todos los países miembros para el traslado de Abu Simbel.

La fachada del templo de Abu Simbel escavada en la roca y el lago Nasser en primer plano.

Cómo visitar Abu Simbel

Según el tiempo y el presupuesto del que se disponga, hay varias opciones para visitar Abu Simbel. A continuación, os contamos cuáles son y las ventajas e inconvenientes de cada una.

Clásico: tour de un día desde Asuán

La excursión de un día desde Asuán hasta Abu Simbel es la opción que ofrecen la mayoría de tours organizados en Egipto. Y, como la mayoría de las personas que viajan a Egipto optan por un paquete organizado, se forman bastantes aglomeraciones.

Esta excursión parte bien temprano desde Asuán, desde la ciudad o desde alguno de los cruceros que navegan por el Nilo. Un autobús lleva a los grupos por una carretera desértica durante aproximadamente 3 horas hasta Abu Simbel. Se realiza la visita en aproximadamente 2 horas y se deshace el camino de vuelta a Asuán. Las excursiones vuelven a Asuán justo a la hora de comer.

Ésta suele ser la opción más común y por lo tanto más barata para visitar Abu Simbel. Si queréis contratar esta excursión os dejamos aquí una opción de confianza con muy buenas opiniones.

Inteligente: pasar una noche en Abu Simbel

Esta fue la opción que elegimos nosotros para visitar Abu Simbel. Para llegar a Asuán, tomamos un vuelo muy temprano con Egyptair desde El Cairo. En Asuán nos esperaban para llevarnos, durante 3 horas por carretera, hasta Abu Simbel. Llegamos alrededor de las 11.30, cuando todos los tours que visitan temprano por la mañana ya se habían ido.

Visitamos Abu Simbel con un guía fantástico, sin prisas y haciendo un millón de fotos. Después de la visita, nos sentamos tranquilamente en un banco y nos dedicamos durante varios minutos a contemplar esta maravilla. A continuación, nuestro conductor nos dejó en nuestro hotel tradicional donde disfrutamos de una riquísima comida y una merecida siesta. Por la noche volveríamos a Abu Simbel a disfrutar del espectáculo de proyecciones nocturno.

Para nosotros, visitar Abu Simbel sin aglomeraciones era requisito imprescindible de este viaje por libre a Egipto, y hacerlo de esta manera fue todo un acierto. En este post os contamos cómo organizamos todo el viaje a Egipto y la excursión a Abu Simbel.

Si queréis replicar esta manera de visitar Abu Simbel pero viajáis por vuestra cuenta, podéis contratar esta excursión de dos días, muy similar a la que nosotros hicimos con un precio muy parecido y muy buenas opiniones.

Lujo: viajar en avión a Abu Simbel

Si el presupuesto no es un problema y la idea de pasar 6 horas en una carretera desértica para visitar Abu Simbel no os atrae, hay una opción de lujo muy interesante. Volar desde Asuán o El Cairo hasta el pequeño aeropuerto de Abu Simbel. Hay dos maneras de hacerlo: con una excursión organizada que incluye billetes de avión, guía y traslados o por libre, comprando los vuelos directamente en Skyscanner.

Si decidís viajar a Egipto por libre pero con traslados organizados, como nosotros, podéis plantear a la agencia esta opción de visitar Abu Simbel en avión.

Una chica sentada en un banco enfrente de la fachada de Abu Simbel.

Dónde alojarse en Abu Simbel

En Abu Simbel, hay varias opciones de alojamiento y hoteles disponibles, la mayoría a poca distancia de los templos. 

1. Hotel Seti Abu Simbel: Es un hotel de lujo ubicado cerca de los templos de Abu Simbel. Ofrece habitaciones cómodas y restaurantes en el lugar. Su increíble piscina con vistas al lago Nasser es perfecta para relajarse después de visitar los templos.

2. Kabara Nubian House: En este pintoresco hotelito nos quedamos nosotros. Destaca su arquitectura típica nubia y la amabilidad de los dueños. La comida que preparan es excelente y muy abundante. Además, organizan paseos en barca por el lago a muy buen precio.

Qué ver en Abu Simbel

Abu Simbel ofrece una experiencia fascinante para los amantes de la arqueología y la historia egipcia. Los templos de Ramsés II y Nefertari son verdaderas joyas arquitectónicas y artísticas que hay que ver una vez en la vida. Además, si como nosotros, decidís prolongar la estancia en Abu Simbel, disfrutaréis del entorno natural, con el lago Nasser y sus impresionantes paisajes, lo cual añade un toque especial a esta visita.

1. Templo de Ramsés II

Este imponente templo es el más significativo e importante de Abu Simbel, por eso recibe el nombre de templo Mayor. Está tallado en la roca y cuenta con cuatro estatuas colosales de Ramsés II en su fachada. En el interior, encontramos impresionantes relieves y pinturas que representan las victorias de Ramsés II en batallas y las ceremonias religiosas de la época. Os aconsejamos que un buen guía os explique sus detalles porque son de lo más interesante.

Al fondo del templo hay un santuario con 4 estatuas. Tres representan a los dioses Amon-Ra, Ptah y Osiris. Como no, la cuarta estatua es de Ramsés II, lo cual nos da una idea de la estima que tenía el faraón por su persona. Se consideraba un dios y quería que sus súbditos lo percibieran como tal.

Interior del templo de Ramsés II, una chica pasea en soledad entre estatuas egipcias de 6 metros de altura.

2. Templo de Nefertari

Este templo, también llamado templo Menor de Abu Simbel y dedicado a la esposa favorita de Ramsés II, la reina Nefertari, es un ejemplo excepcional de la arquitectura egipcia. También tallado en la roca, cuenta con hermosas estatuas y relieves que representan a Nefertari junto a Ramsés II.

Como curiosidad, dos de las estatuas de la fachada son de Ramsés II y dos de Nefertari, pero todas son del mismo tamaño, algo poco común en la época, ya que las mujeres siempre eran representadas con estatuas de menor tamaño. Según los expertos, este hecho demuestra el inmenso amor y respeto que Ramsés II tenía hacia Nefertari.

Una chica camina enfrente de varias estatuas egipcias escavadas en la roca que están de pie.

3. Paseo en barco por el lago Nasser

Abu Simbel está ubicado cerca del lago Nasser, el lago artificial más grande de África. Hay varias empresas locales que organizan relajantes paseos en barco para admirar las hermosas vistas y la tranquilidad del entorno. Una gran opción para ocupar la tarde durante el día de vuestra visita a Abu Simbel.

4. Abu Simbel de noche

Por la noche, los templos de Abu Simbel se iluminan con un espectáculo de luz y sonido que narra la historia de Ramsés II y su esposa Nefertari. Es una experiencia única que te transportará a la antigüedad egipcia de una manera muy épica y entretenida. Dicen que es el mejor espectáculo nocturno de todos los que se hacen en Egipto. Nosotros solo tuvimos la oportunidad de ver éste, pero es cierto que nos encantó.

Precios y horarios de Abu Simbel

Aquí tienes la información sobre los precios y horarios de visita de Abu Simbel.

Horarios de visita

El complejo de Abu Simbel está abierto todos los días de la semana. El horario de apertura es de 6:00 a.m. a 5:00 p.m. A partir de esa hora, solo se puede acceder con entradas para el espectáculo nocturno, que suele tener lugar todos los días a las 19:00 y a las 20:00, aunque depende de la época del año.

Precios de entrada

Si contratáis una excursión como esta o esta, los precios de la entrada a Abu Simbel ya están incluidos. Si visitáis por libre, los precios de entrada para visitar el complejo son los siguientes:

– Adultos extranjeros: 260 EGP
– Estudiantes extranjeros: 150 EGP

Si tenéis la inmensa suerte de visitar Abu Simbel durante los días de la alineación del sol con el templo, las entradas suelen subir de precio a 500 EGP por adulto y 250 por estudiante. Os contamos en qué consiste este fenómeno en la sección de curiosidades 🙂

Las fachadas de los dos templos de Abu Simbel escavadas en la roca.

Consejos para visitar Abu Simbel

Como podréis imaginar, nuestro consejo principal para visitar Abu Simbel es que intentéis hacerlo de manera que no coincida con las excursiones de un día que parten dede Asuán. La experiencia cambia totalmente. Más allá de eso, aquí os dejamos otros consejos imprescindibles para visitar Abu Simbel:

1. Hacer las fotos antes de la 1 de la tarde, ya que a esa hora el sol se esconde por detrás del templo y la fachada queda a la sombra con un contraluz poco fotogénico.

2. Visitar todas y cada una de las salas que hay dentro de los dos templos, merecen muchísimo la pena.

3. Ignorar a los señores egipcios apostados en las entradas de los templos que dan una llave a los visitantes para hacerse una foto, suelen pedir una elevada propina después.

4. Contratar un guía para entender mejor la envergadura e importancia de Abu Simbel en la historia de Egipto. Si no queréis pagar por un guía, un buen podcast o algún artículo especializado en arqueología os dará toda la información necesaria (aunque no será lo mismo…)

5. Llevar agua y snacks para sobrevivir al viaje y al intenso sol de Abu Simbel.

6. Llevar un sombrero para protegerse del sol, ya que no hay apenas sombras, así como ropa y calzado cómodo y ligero.

7. Echarle un ojo a nuestros consejos imprescindibles para viajar a Egipto. Os ayudarán a navegar Abu Simbel y Egipto con éxito.

Una pareja camina hacia la entrada principal dele templo de Ramsés II en Abu Simbel.

8 Curiosidades de Abu Simbel

1. Aunque el templo de Abu Simbel fue construido para conmemorar la victoria de Ramsés II en Kadesh contra los hititas, en realidad esta batalla se saldó con un “empate”, pero ambas partes proclamaron su victoria a sus respectivos pueblos.

2. Las 4 estatuas de la entrada del templo Mayor representan a un Ramsés II deificado, las estatuas que forman las columnas del interior, también representan a Ramsés. Por último, Ramsés también está representado en el santuario que hay al fondo del templo, al lado de Amón-Ra, Ptah y Osiris. Como veis, Ramsés II era un señor muy contento de haberse conocido 🙂

3. Una de las características más impresionantes de Abu Simbel es que el templo de Ramsés II fue construido de manera que dos veces al año, el 22 de febrero y el 22 de octubre, la luz del sol penetra en el templo y llega hasta el santuario interior, iluminando las estatuas de Amón-Ra, Ptah y Ramsés II, mientras que la estatua de Osiris, relacionado con el inframundo, permanece en la oscuridad. Esta orientación fue respetada durante el traslado del templo. Estos días la entrada a Abu Simbel es más cara.

4. Una de las cuatro estatuas de Ramsés II del templo Mayor se cayó durante un terremoto. Pues bien, durante el traslado de Abu Simbel en los años 60, se decidió respetar la estatua caída y no reconstruirla. Se colocó con cuidado en el suelo, en la misma posición.

5. Para trasladar Abu Simbel hasta su emplazamiento habitual, más de 50 países colaboraron durante 5 años, dirigidos por la UNESCO. Se estima el proyecto costó unos 300 millones de dólares.

6. El templo de Debod en Madrid es un regalo del gobierno egipcio a España por ayudar en las tareas del traslado del templo de Abu Simbel. Fue transportado a Madrid y reconstruido también piedra a piedra. Se abrió al público en 1972.

7. El nombre Abu Simbel deriva de una aldea cercana llamada Abu Simbel, que fue construida sobre una colina de arena. “Abu” significa “padre” en árabe y “Simbel” es una corrupción del nombre de uno de los líderes de la tribu local.

8. Los templos de Abu Simbel han aparecido en varias películas como Muerte en el Nilo o La Momia.


Hasta aquí nuestra guía para visitar Abu Simbel tras nuestra experiencia personal. Fue, sin duda, una de los lugares que más disfrutamos en nuestro viaje a Egipto y fue, en parte, por el hecho de que pudimos disfrutarlo sin mareas de gente. Nuestro guía nos enseñó fotos de las aglomeraciones de esa misma mañana y eran una locura.

A diferencia de otros templos en Egipto, los de Abu Simbel tiene una sola entrada y son relativamente pequeños en su interior, por lo que el agobio puede llegar a ser importante. Si lo hacéis como nosotros no os arrepentiréis.

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