Con casi 5.000 km de longitud, el Mekong es uno de los ríos más largos de La Tierra. Su nombre significa “río de los nueve dragones” en vietnamita. Atraviesa seis países; China, Birmania, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam hasta desembocar en el mar de la China Meridional. Es justo en su desembocadura donde el río se divide en múltiples ramales que inundan las regiones del sur de Vientam formando una de las regiones más fértiles del mundo, conocida como Delta del Mekong. De hecho hace pocos años se denominó “tesoro biológico oculto” ya que se han llegado a descubrir más de 1000 nuevas especies en áreas aún inexploradas.
El Delta del Mekong es un área muy amplia donde habitan casi 20 millones de personas y se dice que, a causa del cambio climático, muchas de ellas podrían desaparecer o quedar completamente cubiertas por el agua en 2030. Y sí, merece mucho la pena. Pese a que algunos viajeros la ignoren, es sin duda una visita imprescindible tanto si vistáis Vietnam como Camboya. Incluso existe la opción de atravesar la frontera fluvial que separa estos dos países del Sudeste Asiático.

¿Cómo visitar el Delta del Mekong?
Esta respuesta depende más que nunca del tiempo que le podáis dedicar a la región. Si no disponéis de mucho tiempo, se puede hacer una excursión de un día desde Ho Chi Minh, no es lo más recomendado, porque la distancia entre ambas zonas es de entre 3 y 4 horas en coche, pero oye, es mejor que nada.
Lo ideal sería dedicarle dos o tres días completos y pese a que se puede hacer noche en alguna de las ciudades del Delta, en nuestra humilde opinión lo mejor es optar por un crucero. La mayoría de las compañías que ofrecen este servicio incluyen el transporte desde/hacia Ho Chi Minh u otros puntos de llegada de viajeros, excursiones y todas las comidas del día. Además hay opciones para todos los bolsillos. Los barcos no son muy grandes, como mucho pueden alojar unas 20 o 30 personas aunque también los hay privados. Evidentemente, cuanto más exclusivo sea el servicio mayor será el precio. ¿Queréis saber qué crucero elegimos nosotros? Seguid leyendo.


A bordo de Mekong Eyes
Tras mucho buscar, nos decantamos por la empresa Mekong Eyes que tenía muy buenas opiniones online y además ofrecía un recorrido muy aproximado a lo que nosotros queríamos. Tienen salidas casi diarias, con varias rutas disponibles desde diferentes puntos del Delta. Aquí tenéis su página web (en inglés y en español) para más información.
Nuestro recorrido fue de 3 noches, dos abordo y una en hotel. Nos recogieron en un vehículo privado en Ho Chi Minh y nos llevaron hasta el punto de embarque de nuestro crucero, el Mekong Eyes, en Can Tho. El último día la empresa nos organizó el traslado fluvial hasta Phnom Penh y nos asistió en todo momento al cruzar la frontera entre Vietnam y Camboya.
Los barcos son una pasada. Nos gustó especialmente lo bien que se integran con el ambiente. De hecho, todos son barcos de trabajo local reacondicionados. Las cabinas son pequeñitas pero cuentan con todas las comodidades; cama grande y cómoda, aire acondicionado, baño súper completo y una ventana para no perderte en ningún momento las increíbles vistas al Mekong. Todos los barcos cuentan con una zona de restauración cubierta y otra descubierta. La comida abordo es increíble, de lo mejor que probamos en nuestro viaje por el Sudeste Asiático. Tanto el desayuno como la merienda se sirven fuera, y es una auténtica gozada ver amanecer y atardecer desde la cubierta. Además, hay una zona de tumbonas perfecta para relajarse mientras se contempla el paisaje.



Principales poblaciones que visitar en el Delta del Mekong
Durante el crucero se visitan las siguientes poblaciones:
- Can Tho: con más de 1 millón de habitantes, es una de las ciudades más grandes del Delta del Mekong y punto de inicio/fin para muchos cruceros.
- Cai Be: es una de las poblaciones más pintorescas de la región. Aquí descubriréis miles de canales donde los locales hacen vida, muchos negocios locales que se desarrollan a las orillas del río y una vegetación desbordante.
- Cai Rang: sede de uno de los mercados flotantes más famosos de la zona. El mercado local tampoco tiene desperdicio, de lo más impresionante que vimos durante nuestros días en el Delta. Chau Doc: al norte de la región, es la última parada antes de emprender la travesía hasta la frontera camboyana. Se trata de una pequeña ciudad encantadora, con una vida vibrante al borde del río y con una gran montaña sagrada a las afueras que alberga ¡más de 500 templos diferentes!


Recorrido de tres días por el Delta del Mekong
Durante los días de crucero hay tiempo tanto para el relax, como para descubrir la región de la mano de guías locales. Durante nuestra primera tarde pudimos visitar varios pueblecitos locales en los que aprendimos mucho sobre sus costumbres, probamos frutas de las que nunca habíamos oído hablar y sacamos increíbles fotos en los campos de arroz. No es por nada, pero dicen que el arroz del Delta del Mekong es de los mejores del mundo. De hecho la zona es tan fértil, que la cosecha se hace varias veces al año. En realidad, más que pueblos, se trata de casas y granjas dispersas, comunicadas entre sí a través de estrechos caminos completamente cubiertos de vegetación que muchas veces atraviesan canales y pequeños riachuelos gracias a precarios puentes. En resumen, una maravilla.



El segundo día fue mi preferido. Comenzamos la mañana con un paseo en sampán. Un sampán es una pequeña embarcación tradicional, hecha de madera que los locales usan para transportarse entre los canales más estrechos del río. Ahora, los mismos locales ofrecen paseos a los turistas para enseñarles las zonas más recónditas del Delta del Mekong. A continuación hicimos una excursión de una hora en bici a través de varios pueblecitos de la zona. Atravesamos granjas, fábricas de miel y cientos de puentes y estrechos caminos. A cada paso, los niños nos saludaban con una enorme sonrisa. En muchas ocasiones la vegetación cubría casi por completo los caminos. Fue una experiencia única.

Por la tarde visitamos una fábrica de caramelos de coco y otra de papel de arroz. Lejos de ser la típica turistada para que luego compres, la verdad es que fue algo muy natural y auténtico. Los desplazamientos entre puntos de interés se hacen en una embarcación pequeñita que te permite ver cómo es la vida en el Mekong.

El tercer día visitamos el mercado flotante de Cai Rang. Una explosión de color, movimiento y locura. Se trata de cientos de barcos locales vendiendo e intercambiando bienes. La visita se hace desde una embarcación más pequeña que va pasando entre los diferentes puestos y a la que, de vez en cuando, se engacha alguna barquita que vende refrescos y cocos a los viajeros.
A continuación pudimos visitar el mercado “de tierra”, no menos impresionante que el flotante. Los que conocéis el Sudeste Asiático ya sabéis que en estos mercados os podéis encontrar absolutamente de todo… y el mercado de Cai Rang no es una excepción. Os dejo una galería de fotos que tomamos durante la visita a los mercados.
Por la tarde llegamos a Chau Doc y nos alojamos en el increíble Hotel Victoria, de estilo colonial y con unas fantásticas vistas al Mekong. Lo que más nos gustó fue conocer el inmenso número de templos en la colina Nui Sam… bueno eso y el bañito nocturno en la piscina del hotel 🙂



Cruzar la frontera entre Vietnam y Camboya
Nunca antes habíamos cruzado una frontera fluvial y la verdad es que ¡nos pareció una experiencia muy única! La ventaja de contratar el crucero es que no tienes que preocuparte de nada. Un barco rápido te lleva desde el hotel hasta el punto fronterizo de Vientam. Se sellan los pasaportes de salida y se vuelve montar en el barco rápido.
Llegamos a Camboya atravesando la famosa “tierra de nadie” que en este caso es más bien “agua de nadie” y nos bajamos en la entrada a Camboya. Pagamos la visa, nos sellan el pasaporte y ya está, estamos en Camboya. Desde ahí hasta Phnom Penh hay unas 2 horas en barco rápido. En total todo el trayecto lleva unas 4 horas, pero la mayoría del tiempo vas en un barquito disfrutando del paisaje y de la brisa del río. Por último, otro vehículo privado nos dejó en nuestro hotel en Phnom Penh, todo un lujo.

Reflexión final
Por miles de razones, esta fue una experiencia maravillosa que recomendamos a todo el mundo. El hecho de hacerlo en un crucero nos ha permitido además vivir momentos inolvidables.
Hemos visto cómo los habitantes del Delta comienzan su jornada (¡muy pronto, por cierto!) desde la ventana de nuestro camarote.
Hemos disfrutado de paisajes recónditos desde una perspectiva diferente, descubriendo, por ejemplo, varios pequeños templos ocultos entre la vegetación.
Hemos visto de primera mano cómo vive y trabaja la gente de la región y, sobre todo, cómo aprecian el hecho de vivir en una de las zonas más ricas y fértiles del mundo.
Por la noche, hemos escuchado a los vietnamitas celebrar bodas y darlo todo en el karaoke, siempre al borde del río.
Y pese a algunas sombras, como la enorme cantidad de basura acumulada en algunas zonas, podemos afirmar que el crucero en el Delta del Mekong es una de las mejores experiencias viajeras que hemos vivido hasta la fecha.

Espero que os haya resultado útil y que gracias a nuestra experiencia os animéis a conocer esta zona tan única de Vietnam. Si tenéis cualquier duda, podéis escribirnos en los comentarios.
Y no olvidéis que si necesitáis ayuda en la organización de vuestro viaje por libre a Vietnam o a cualquier otro destino, podéis contactar con nuestro servicio de guías personalizadas.