Si estáis planificando una ruta por Camboya seguro que habéis considerado viajar a los Templos de Angkor Wat, pero… ¿qué hay de su capital?
Phnom Penh (Nom Pen en español), es una de las capitales menos visitadas del Sudeste Asiático y, si bien es cierto que no es una maravilla arquitectónica, es un lugar muy interesante, con muchas cosas que ver y hacer y creemos que fundamental para entender la realidad de Camboya. Es perfecta para visitar en un día (muy bien aprovechado) o en dos (más tranquilamente) y con alguna excursión.
Aunque evidentemente se puede llegar por tierra o por aire, la manera más original es hacerlo a través de la frontera fluvial con Vietnam, situada en el río Mekong. Varios cruceros que recorren el Delta del Mekong empiezan o acaban en Phnom Penh y es una opción estupenda para conocer la zona, así como las diferencias y similitudes de estos dos países vecinos.

Aquí os dejamos nuestra lista de imprescindibles en Phnom Penh.
1. Quedarte sin palabras ante la crueldad del genocidio de los Jemeres Rojos
Los Jemeres Rojos nacieron como un movimiento de guerrilla que combatía los bombardeos americanos durante la Guerra de Vietnam (los americanos acusaban a los camboyanos de apoyar al Vietcong y así expandir el comunismo por Asia). Fueron ganando popularidad, sobre todo en las regiones más rurales, las más afectadas por los bombardeos. Aprovecharon la coyuntura para tomar Phnom Penh en 1975. Su líder, Pol Pot, comenzó entonces un régimen de terror cuyo objetivo principal era vaciar las ciudades, barrer todo resquicio de modernidad y ruralizar absolutamente toda la actividad de Camboya. Se abolió todo tipo de educación, cultura y religión así como el dinero y los bancos, y todos los habitantes fueron obligados a trabajar en campos de trabajo recibiendo escasas raciones de comida a cambio.
Poco a poco se fue instaurando un sentimiento de desconfianza y paranoia en el que los ciudadanos eran perseguidos y torturados por ser burgueses, extranjeros, artistas o ingenieros y hasta por llevar gafas o por tener las manos suaves. También los mismos miembros del partido de los Jemeres eran frecuentemente acusados de espionaje y traición. Hoy en día podemos visitar la antigua escuela de Toul Sleng que durante el régimen se convirtió en prisión y centro de tortura (la entrada cuesta 8 USD con audio-guía). También conocida como S-21, fue la prisión más famosa de los Jemeres Rojos, de las más de 200 que se expandieron por el país. Una vez los prisioneros eran detenidos, eran torturados sistemáticamente y varias veces al día hasta obtener una confesión, siempre falsa. Con esta confesión, el preso era ejecutado y arrojado a fosas comunes en los famosos Killing Fields o Campos de Muerte, a las afueras de Phnom Penh. Durante los últimos años del régimen llegaban tantos camiones con presos que era imposible ejecturalos a todos, ya que para no gastar munición, se debía hacer “a mano”. Se calcula que un millon y medio de personas fueron asesinadas aquí. Hoy en día algunos restos humanos salen a la superficie en época de lluvias intensas. Es posible contratar un tuk-tuk para que os lleve hasta los Killing Fields y el Memorial (entrada 5 USD con audio-guía).
Se estima que unas 20000 personas fueron encarceladas en la S-21 y que tan solo 12 sobrevivieron. Durante los cuatro años que los Jemeres Rojos estuvieron en el poder, se calcula que murió directa o indirectamente a causa del régimen un cuarto de la población de Camboya. Se produjo un auto-genocidio.
Os recomendamos encarecidamente que vistéis este museo así como los Killing Fields, y que lo hagáis con audio-guía. Es increíble como un genocidio de estas características ha tenido tan poca repercusión en el panorama internacional. Con vuestra visita, impulsaréis que esto cambie.
2. Visitar el Palacio Real y la Pagoda de Plata, el enclave más bonito de la ciudad
El Palacio Real es el emblema de la capital, y no es para menos. Cuando entréis en este increíble complejo lleno de palacios y pagodas diréis… ¿pero no decían que Phnom Penh no tenía nada especial que ver? Resulta que Camboya es un reino y, como tal, tiene su propio palacio, donde reside la familia real desde 1866. Se divide en tres recintos; el primero (y el más bonito) es el Salón del Trono, al este está el Palacio Khemarin, que es donde residen de los reyes de Camboya y el tercer edificio es el de la Pagoda Plata, llamada así ya que todo el suelo está hecho de este metal. Dentro de la Pagoda de Plata encontraréis el Buda de Esmeralda y el Buda del Futuro, hecho de oro y diamantes.


La entrada (enero 2020) cuesta 10 USD y merece mucho la pena.
Las mejores fotos las haréis por la mañana, con la luz de frente, o al atardecer (aunque algunos edificios quedarán a contraluz). Tanto aquí como en muchos otros enclaves en Phnom Penh es importante vestir de manera recatada, con hombros y rodillas cubiertas (tanto hombres como mujeres).
3. Disfrutar de un adelanto de Angkor Wat en el Museo Nacional
Se trata de un edificio de color rojo precioso, con unos jardines interiores que quitan el hipo. Es muy muy fotogénico y además posee una de las colecciones de arte jemer más importantes del mundo. La entrada (enero 2020) cuesta 10 USD, sí, un pelín cara, pero ya iréis viendo que el todo lo turístico en este país lo es.

4. Comprar de todo en el Mercado Central
Y cuando decimos de todo, es de-to-do. Os perderéis por pasillos interminables llenos de souvenirs, imitaciones, artículos de menaje y tecnología de todo tipo. Además, el edificio donde se aloja el mercado tiene un estilo Art Deco impresionante, lo que le convierte en uno de los emblemas de la ciudad. Fue construido en 1937 y en su momento fue el mercado más grande del Sudeste Asiático. Por cierto, sabed que es uno de los mercados donde los vendedores regatean menos. Son duros, duros 🙂
5. Llegar hasta el Monumento a la Independencia y Wat Langka
El Monumento a la Independencia consiste en una enorme estupa de 37 metros de alto, construida en 1958, para conmemorar el fin la colonia francesa en Camboya que había terminado en 1953. Muy cerquita se encuentra uno de los templos más famosos de la ciudad, Wat Langka. ¡No os lo perdáis!


6. Aventurarse hasta la Pagoda Moha Montrei
Si bien no es fácil llegar a esta Pagoda, es una de las menos turísticas y más espectaculares que vimos durante nuestra visita. Podéis visitarla desde el S-21, contratando un tuk-tuk.
Fue construida en 1970 y tras la llegada de los Jemeres Rojos se convirtió en un almacén de alimentos.


7. Descubrir el templo que da nombre a la ciudad, Wat Phnom
En camboyano Wat Phnom se traduce como templo de la montaña y tiene sentido, ya que este templo, el más importante de la ciudad, está ubicado en una pequeña colina de 27 metros. Se accede subiendo unos pintorescos escalones. En la parte alta encontramos dos pagodas diferenciadas donde veréis muchos localres realizando el culto. Cientos de fieles acuden a rezar a diario para pedir salud y buena fortuna. La entrada para los extranjeros cuesta 1 USD.


8. Mezclarse con los locales en Preah Sisowath Quay
Se trata de un paseo “fluvial” que recorre el río Sap, afluente del Mekong. Muy concurrrido al final del día, aquí encontraréis un millón de palomas y un montón de locales paseando, comiendo y disfrutando del atardecer. Desde aquí podéis contratar una excursión en barco para ver el atardecer desde el río.

9. Comprar, comer y comprar en el Mercado Nocturno
Como toda ciudad sudasiática que se precie, Phnom Penh posee su propio Night Market donde podrás encontrar un poco de todo. Se encuentra en la zona de Riverside, cerca del río. Si os animáis a probar comida callejera, en el Night Market hay una zona donde podréis elegir entre miles de opciones para luego disfrutarlas en una zona central alfombrada, ¡toda una experiencia local!
10. Ir en tuk-tuk a todos lados
Phnon Penh es una ciudad bastante extensa y algunos puntos de interés están bastante alejados entre sí. Os aconsejamos hacer uso de este medio de transporte y aprovechar la brisita para escapar del calor agobiante de Phnom Penh.
Para pagar un precio justo, os recomendamos descargar la aplicación Grab. Es como Uber pero además incluye la opción tuk-tuk. Podéis calcular el recorrido en la aplicación y usarla para reservar o simplemente para saber cuál es el precio más ajustado a pagar.

¿Os han entrado ganas de visitar la menos turística capital de Camboya? ¿Habéis estado y consideráis que nos hemos dejado algún punto súper importante? Os leemos en los comentarios 🙂
Y no olvidéis que si necesitáis ayuda en la organización de vuestro viaje por libre a Camboya o a cualquier otro destino, podéis contactar con nuestro servicio de guías personalizadas.