La elegancia, la decadencia y la historia inundan cada rincón de Budapest. Sus cafeterías, balnearios y museos la convierten en una escapada de categoría, mucho más económica que otras capitales europeas. Un itinerario de tres días en Budapest os permitirá disfrutarla tranquilamente y sin prisas, aprendiendo de su truculenta historia, saboreando sus famosos dulces y brindando entre chatarra en sus ruin bars.
Además, os dejamos una serie de recomendaciones imprescindibles para aprovechar al máximo vuestra visita.

Dónde alojarse en Budapest
Por conveniencia y localización, la mejor zona para alojarse en Budapest son los alrededores de la plaza Vörösmarty o la zona del barrio judío. Nosotros nos alojamos en el Hilton Garden Inn, cuya posición estratégica permite visitar todos los puntos de interés a pie o en transporte público. Las opciones de alojamiento en estas zonas son múltiples, adaptándose a todos los presupuestos de viaje.
Cómo llegar al centro de Budapest desde el aeropuerto
Si bien Uber/Bolt o taxi son opciones válidas y más económicas que en la mayoría de ciudades europeas, la mejor alternativa es sin duda el transporte público. Por el equivalente a 3 Euros por persona, los autobuses 100E y 200E os dejarán en el centro de Budapest en algo más de media hora. Ambas rutas realizan varias paradas en la zona centro. En el aeropuerto os darán toda la información necesaria con respecto a rutas y precios.
Cómo moverse en Budapest
Si os alojáis en el centro, es posible ir a pie a la mayoría de puntos de interés. Si viajáis en invierno, el transporte público puede ser vuestro aliado para escapar del frío o la lluvia. Nosotros viajamos a principios de noviembre y no tuvimos mucha suerte con el tiempo, así que decidimos comprar la tarjeta de 3 días de transporte con viajes ilimitados, que cuesta unos 13 euros por persona. Todo un acierto. También hay tarjetas de un día y de dos días.

Itinerario de 3 días en Budapest
Día 1: Parlamento, free tour, Gran Sinagoga, iglesia de San Esteban, ópera de Hungría y ruin bar
Empezamos el día temprano, con una visita guiada en español del parlamento de Budapest. Podéis comprar las entradas en la página oficial. Si por fuera es impresionante, por dentro su grandiosidad no os dejará indiferentes. Además, justo debajo de la cúpula podréis ver los símbolos de Budapest: la corona, el orbe y el cetro, de oro macizo y piedras preciosas. La visita dura unos 45 minutos y merece mucho la pena.



A continuación visitaremos la escultura de Los Zapatos del Danubio, una impactante obra que conmemora a los judíos que fueron asesinados por los nazis arrojándolos al río durante la invasión de 1944. Y nada mejor que un free tour para entender mejor la complicada historia de Hungría. Comienza justo al lado del parlamento y acaba en el barrio judío. La duración es de unas 2 horas y media. Para nosotros, un indispensable de toda visita por libre a Budapest que se precie.

La última parada del free tour es la Gran Sinagoga de Budapest, la más grande de Europa y la segunda del mundo, después de la de Nueva York. La entrada es algo cara pero incluye una visita guiada en español que nos pareció apasionante. La visita dura unos 45 minutos y es el complemento perfecto al free tour de la ciudad.

Es hora de comer, así que qué mejor que probar alguno de los restaurantes judíos de la zona como el Cirkusz Café, Mazel Tov, The Blue Rose o comida callejera en Karavan.
Después de comer, volvemos hacia la zona centro para realizar una visita guiada por la impresionante ópera de Budapest, que además concluye con un fantástico concierto privado. Nos dirigimos ahora hasta la plaza Vörösmarty donde se encuentra la bonita cafetería Gerbeaud, la más antigua de Budapest. Aquí podemos degustar un trocito de tarta y un café o chocolate caliente. Muy cerca se encuentra la basílica de San Esteban y donde lo más interesante es subir a su cúpula, que ofrece unas bonitas vistas de 360 grados sobre la ciudad de Budapest. Otra alternativa para disfrutar de unas vistas increíbles es subir a la noria de Budapest, también en la plaza Vörösmarty.

Acabamos nuestro intenso primer día en Budapest tomando algo en el ruin bar más famoso de la ciudad, Szimpla Kert. Los ruins bar surgieron en los años 90 en el barrio judío. Tras la invasión nazi y el período soviético, muchos edificios de esta zona quedaron abandonados. Entre sus paredes habían sucedido cosas horribles y nadie estaba por la labor de vivir en ellos. Hasta que una serie de empresarios húngaros vieron su potencial y decidieron rehabilitarlos y convertirlos en bares y restaurantes. El gobierno húngaro no quiso financiar el proyecto, por lo que los empresarios no tuvieron más remedio que apañárselas con el presupuesto justo. La decoración consistía en chatarra y objetos usados y lo que comenzó como una necesidad, se convirtió en una reivindicación. Objetos de todo tipo y origen se acumulan en las salas del Szimpla Kert. Es un sitio fantástico para hacer fotos, tomar algo o alargar la noche hasta la madrugada. Y si un ruin bar os sabe a poco, este tour de fiesta por los ruin bars más famosos de Budapest es una fantástica opción.

Día 2: Puente de las Cadenas, funicular al castillo de Buda, bastión de los Pescadores, iglesia de Matías, museo Hospital de la Roca, mercado Central, paseo en barco y galería Parisi Udvar
En este segundo día de nuestro itinerario por libre en Budapest, es hora de conocer la zona de Buda, al otro lado del Danubio. ¿Sabíais que hasta 1873, Buda y Pest eran dos ciudades completamente distintas? Atravesamos el puente de las Cadenas, el más antiguo de Budapest y sin duda el más bonito. Para llegar hasta el castillo de Buda, justo al otro lado del puente de las Cadenas, podemos subir en el funicular de 1870 o caminar. Una vez arriba, podremos disfrutar de las fantásticas vistas de Pest.

El castillo de Buda es una de las residencias reales más grandes de Europa. Hoy en día alberga la galería de Arte Nacional. No dudéis en visitar su patio, sus fuentes y sus pasarelas con vistas al Danubio. También podéis hacer un free tour por el castillo de Buda para entender su importancia histórica y desentrañar sus curiosidades.



Callejeando por las calles de Buda, de un estilo más medieval y colorido que la vecina Pest, llegamos hasta el bastión de los Pescadores. Esta es una de las visitas más famosas de Budapest. Se trata de una especie de fortaleza del siglo XIX con unos ventanales que hacen las delicias de fotógrafos e instagramers 🙂 El acceso es gratuito aunque si queréis subir a la parte más alta, hay que pagar una entrada de unos 4 euros.


Al lado está la iglesia de Matías, muy bonita y colorida, diseñada por el mismo arquitecto que hizo el bastión de los Pescadores. Su torre también se puede visitar. Al otro lado de la colina, se encuentra el museo Hospital de la Roca, se trata de un museo en un hospital subterráneo de la II Guerra Mundial que además hizo las veces de refugio nuclear de la Guerra Fría. La red de túneles de más de 28 kilómetros que hay bajo el castillo de Buda, permitió albergar este hospital tan único. La visita es guiada, dura una hora y cuesta unos 16 euros al cambio. Las escenas de guerra están perfectamente reproducidas con muñecos de cera y las explicaciones son de lo más interesantes. Suele haber tours cada hora.


Nuestro objetivo ahora es comer en el Mercado Central. Así que descendemos, bien andando o bien de nuevo en funicular, para recorrer la orilla del Danubio hasta el puente de la Libertad. Este recorrido se puede hacer a pie o en tranvía. Cruzando el puente, llegamos al mercado más famoso de Budapest. En la planta de abajo podemos deleitarnos en los puestos de productos locales mientras que en la planta de arriba encontraremos puestos de souvenirs y de comida rápida a muy buen precio. Nosotros comimos en el puesto que hace esquina justo al lado del ascensor y nos encantó. Comida casera a un precio excelente y con un servicio súper amable.

Tras recorrer el mercado en busca de algún recuerdo, iniciamos nuestro paseo hasta los embarcaderos situados cerca del hotel Marriott. Desde aquí salen la mayoría de cruceros que recorren el Danubio. Nosotros lo contratamos a última hora de la tarde para poder disfrutar del atardecer desde el barco y fue todo un acierto 🙂 El paseo incluye audioguía, un té de bienvenida y un refresco. Qué más se puede pedir.

La cafetería bonita del día está en las galerías Parisi Udvar. Aunque pertenece a un hotel, el acceso a la cafetería es para todos. Nos encantó la decoración, el servicio y el menú de cócteles. Una manera estupenda de acabar este segundo día de recorrido por Budapest.

Día 3: Balenario Széchenyi, castillo de Vajdahunyad, plaza de los Héroes, terraza del museo Etnográfico, avenida Andrassy, Casa del Terror y New York café
Es nuestro último día en Budapest, así que vamos a aprovecharlo al máximo. Bien temprano, para evitar multitudes, nos dirigimos al balneario Széchenyi. Este palaciego recinto fue construido en 1913 y poquitas cosas han cambiado desde entonces. Lo más espectacular es disfrutar de sus piscinas exteriores climatizadas. MUY IMPORTANTE, si no queréis que “os roben” llevad vuestra propia toalla, chanclas y gorro de baño. Los precios de la tienda del balneario son simplemente ridículos. Pese a lo que leímos en Internet, no es necesario pagar más para tener una cabina, en las taquillas cabe todo perfectamente y están separadas por sexo.

Al lado del balneario está el castillo Vajdahunyad, uno de los lugares más bonitos que ver en Budapest en 3 días. En su interior se encuentra el museo de Agricultura, aunque lo mejor es recorrer sus jardines donde en verano montan puestecitos y en invierno una pista de hielo impresionante. Caminando unos metros más econtramos la gigantesca plaza de los Héroes, cuya estatua central representa a las 7 tribus fundadoras de Hungría. La plaza está rodeada de museos de arte contemporáneo, aunque lo que realmente destaca es la terraza-jardín del museo Etnográfico.

Desde la misma plaza de los Héroes parte la famosísima avenida Andrassy. Se trata de la avenida más famosa de Budapest, con edificios neoclásicos que representan la elegancia de la época imperial. Esta repleta de negocios de lujo, palacios y restaurantes donde recuperar fuerzas. En esta misma avenida se encuentra el edificio más infame de Budapest, la Casa del Terror, que fue utilizado como sede de interrogatorios y torturas durante los regímenes nazi y soviético. Hoy en día es un museo muy bien montado, súper interesante y con audio-guía en español, aunque hay ciertas exposiciones que solo están en inglés y húngaro.
Y vamos a acabar este recorrido de 3 días en Budapest por todo lo alto, con la máxima elegancia, en la que dicen es la cafetería más bonita del mundo: New York Café. En realidad es un palacio maravilloso, ahora convertido en hotel de lujo con una cafetería-restaurante que quita el hipo. Casi siempre hay música en directo, un pianista o un cuarteto de cuerda, vamos, un lujo. El menú es carete, pero la experiencia bien lo merece. Un broche de oro a esta visita a Budapest por libre.


Los mejores restaurantes de Budapest
Además de los restaurantes y cafeterías mencionados en nuestro plan de visita por libre a Budapest, os dejamos nuestra lista de imprescindibles:
- Hungarikum Bisztro: uno de los restaurantes más populares de comida húngara de Budapest. Es muy pequeñito y la comida es súper casera. Es imprescindible reservar con varios días de antelación.
- Menza Etterem: otro restaurante fantástico para probar la comida húngara, también suele ser necesario reservar, aunque también es posible encontrar mesa esperando un poquito.
- Retek Bisztro: nuestro favorito. Pequeñito y acogedor, con una decoración maravillosa y una carta tradicional que invita a probarlo todo.
- Hoppa Bistro: no os perdáis su menú de mediodía, delicioso y súper económico. Es imprescindible reservar.
- Hummus bar: este no es húngaro, evidentemente 🙂 Pero es fantástico para disfrutar de un rico hummus o falafel cuando tenemos poco tiempo.
- Pizzica: otra opción fantástica para comer algo rápido y barato. Las porciones de pizza son muy variadas y están riquísimas (¡el pizzaiolo es italiano!)
- Retro Langos: la mejor opción para probar este pláto típico que consiste en una masa frita y deliciosa con toppings de lo más variados
- Twenty Six: otra cafetería pintona y abierta todo el día con una decoración y un ambiente únicos.
- Espresso Embassy: el que dicen que es el mejor café de Budapest. Os recomendamos el spicy latte 🙂
- Kató Néni Finomságai (o en inglés, Deliciousness of Auntie Kató) para probar los famosos Kurtos o “chimeneas”, un delicioso postre húngaro
