Los pueblos más bonitos de Luxemburgo

Luxemburgo, en el corazón de Europa, con sus pueblitos perdidos entre bosques y laderas, es un destino perfecto para hacer un roadtrip de fin de semana. Las distancias son cortas y las carreteras están en perfecto estado. El turismo de masas no existe y en todo el país se respira paz y tranquilidad. Además, si sois fans del trekking, Luxemburgo tiene más de 8000 rutas diferentes (según wikiloc) ¿El único inconveniente? Se trata de una de las regiones más lluviosas de Europa. Un rollo para hacer fotos pero un gusto para los sentidos, con el aire místico y la neblina ajustándose entre árboles y castillos.

¿No sabéis como acotar la lista de pueblos bonitos que visitar en Luxemburgo? Nosotros os ayudamos y os dejamos nuestros favoritos, con unas cuantas fotos para que juzguéis por vosotros mismos 🙂

VIANDEN

Vianden es la joya de Luxemburgo y uno de los pueblos más bonitos que hemos visto. Lo tiene todo, casitas de colores atravesadas por el río Our, bosques colindantes y un magnífico castillo medieval en lo alto de una colina, que domina todo el pueblo. Al castillo de Vianden se llega andando fácilmente subiendo una buena cuesta desde el centro de la ciudad, aunque también hay un telesilla, que solo funciona en primavera y verano, y que te deja en lo alto de la colina, al borde de un sendero que baja hasta el castillo.

Visitar el Castillo de Vianden es todo un acierto, ya que es uno de los más impresionantes y mejor conservados de toda Europa. Esta fortaleza se empezó a construir en el S. XI con el objetivo de ser residencia de los Duques de Vianden. Es realmente impresionante saber que el castillo no solo cayó en el abandono sino que también se incendió y sufrió un terremoto. Todas estas circunstancias llevaron al Castillo de Vianden a quedarse prácticamente en ruinas. Después de varios siglos en el olvido, en el 1977 se iniciaron las labores de reconstrucción que hicieron que volviera a lucir como en sus mejores tiempos. Para tomar buenas fotos del castillo hay que dirigirse a la carretera CR322 o alguna de las terrazas que hay en la parte baja del pueblo, al borde de las murallas. 

En la parte baja podemos pasear por la Grand-Rue, con multitud de restaurantes e iglesias. Y un secreto…. las escaleras del número 58 de esta calle llevan al callejón Montée du Beffroi, que en la parte alta cuenta con bonitas vistas a la ciudad. 

CLERVAUX

Lo más famoso de Clervaux es su castillo y su abadía. Lo bonito de su castillo es que está totalmente integrado en el pueblo. Hoy en día sus diferentes edificios contienen exposiciones y museos. Aunque lo más destacado es su patio interior. Hay que visitar también la iglesia de París que se impone con sus dos torres en el centro de la ciudad, cerca del castillo. 

La abadía de San Mauricio está algo más alejada, a unos 10 minutos en coche, y domina el pueblo desde lo alto. Es una abadía en pleno funcionamiento donde se pueden comprar productos típicos de la región fabricados por los monjes. Eso sí, las mejores vistas de la ciudad no se obtienen desde la abadía sino desde la carretera que accede al pueblo.

ECHE-SUR-SURE

Si hay un lugar en el mundo que define la calma y la paz, es Eche-Sur-Sûre, al menos en otoño e invierno. No hay apenas tiendas solo unos pocos hoteles-restaurantes. Y es una maravilla.

El río Sure atraviesa la parte baja del pueblo, y en la parte alta hay un castillo en ruinas y unos torreones cubiertos de musgo. Sus edificios blancos con tejados de pizarra se arremolinan entre calles estrechas y empinadas. Y lo mejor, está completamente rodeado de bosques con varias rutas increíbles de trekking.

BEAUFORT

El pueblo de Beaufort cuenta con un castillo espectacular del siglo XII. Se trata de un castillo medio en ruinas, incrustado en medio del bosque y con múltiples senderos que recorren sus alrededores. 

BOURCHAID

En este caso, más que un pueblo, se trata de un castillo. El Castillo de Bourscheid, situado a 150 metros sobre el río Sûre data del siglo X aunque antes había otro castillo de madera en el mismo emplazamiento. Y no es de extrañar, ya que su situación estratégica y con vistas a los valles de alrededor es muy ventajosa. El castillo se puede visitar por dentro aunque los horarios cambian constantemente según la estación y los procesos de restauración. 

ECHTERNACH

Echternach es una de las ciudades más pintorescas de Luxemburgo y la más antigua. Tiene una bonita plaza central y es famosa por ser la sede de varios monasterios a lo largo de los siglos.

La visita más emblemática es la abadía benedictina del siglo XIX. Hoy en día es una escuela privada cerrada al público. Dentro del complejo de la abadía, se encuentra la basílica de San Willibrord, del siglo VIII, con unos alrededores preciosos. Además, atravesando la puerta de hierro que hay enfrente de la escuela se accede a L’Orangerie, un precioso palacio con jardines cuidadísimos. 

DIEKIRCH

Diekirch es una de las ciudades más grandes de Luxemburgo después de la capital. Fue un emplazamiento fundamental en la Segunda Guerra Mundial, ya que en 1945 los aliados atravesaron el río Sure y vencieron la célebre batalla de Ardennes consiguiendo echar a los nazis de la región. Además, la cerveza local de Luxemburgo se sigue fabricando aquí. El mayor atractivo es pasear por su centro peatonal, visitar sus iglesias y tomar algo en alguna cafetería.


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