Ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas

¿Estáis listos para el viaje por carretera más impresionante de vuestras vidas? Recorrrer la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas es una experiencia única con ciudades de película, una naturaleza desbordante y paisajes de otro mundo. Dos semanas es el período perfecto para conocer este lado del mundo, aunque si contáis con algunos días más… ¡mucho mejor!

En este post os explicamos cómo organizar un viaje por libre a la Costa Oeste de Estados Unidos, dónde alquilar vuestro vehículo, dónde dormir y cuántos días pasar en cada lugar. Os dejamos también nuestra lista de excursiones imprescindibles y los mejores consejos para aprovechar al máximo la visita. Por último, os explicamos lo que cambiaríamos de nuestra ruta, una vez de vuelta de este maravilloso viaje.

Mejor época para viajar a la Costa Oeste de Estados Unidos

Con tal variedad de climas y entornos, la mejor época para visitar la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas son los meses de mayo, junio, septiembre y octubre, cuando los días son más largos y las temperaturas más suaves. En Los Ángeles y Las Vegas el tiempo es relativamente bueno durante todo el año. En San Francisco el tiempo es realmente una lotería ya que cuenta con un microclima (el culpable de la frecuente niebla de la ciudad) que hace que los veranos puedan ser muy fríos. Nosotros estuvimos en el mes de mayo y un día tuvimos 10 grados con un viento loco.

Los parques nacionales de Arizona y California es mejor visitarlos fuera de la temporada de verano, por lo tristemente comunes que son los incendios forestales así como las temperaturas extremas que se llegan a alcanzar en las zonas desérticas. Y si queréis visitar Yosemite, tened en cuenta que hasta el mes de junio hay carreteras principales de acceso que pueden estar cerradas por nieve, alargando considerablemente el número de kilómetros necesarios para llegar.

Alquiler de vehículo en Estados Unidos y seguro de viaje

Para visitar la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas, es condición indispensable contar con un coche de alquiler. Conducir en esta parte del mundo es muy fácil. Los americanos son especialmente amables al volante, el tráfico (excepto en Los Ángeles) es inexistente y los paisajes son un excelente compañero de viaje.

Es importante que reservéis con antelación para tener los mejores precios. Nuestro consejo es que hagáis la reserva tan pronto tengáis los billetes de avión. Últimamente estamos reservando todos nuestros coches de alquiler en este buscador, ya que nos ofrece los mejores precios, un buen seguro y una correcta atención al cliente.

Sin embargo y para estar protegidos dentro y fuera del coche, es indispensable contratar un seguro de viaje. Nosotros os recomendamos el seguro de viajes de Mondo que incluye cancelación y la cobertura más completa del mercado.

Para la ruta que os proponemos, nosotros alquilamos el coche en el aeropuerto de Los Ángeles y lo devolvimos en el mismo punto. Es posible devolverlo en puntos diferentes si vais a cubrir alguno de los trayectos en avión.

Ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas

Día 1-2: LOS ÁNGELES

Comienza nuestra ruta por Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas en la ciudad más cinematográfica del mundo, Los Ángeles. Los Ángeles es una ciudad extensísima, ya desde el avión su tamaño impresiona (la última media hora de vuelo son todo casas y más casas… ¡impresionante!). Así que lo mejor es moverse en coche y armarse de paciencia con los frecuentes atascos que se suelen producir 🙂

Empezamos el día muy temprano visitando el famoso cartel de California Dreammin’ y el instagrameable Muro Rosa. Justo al lado está el Carrera Café, una bonita cafetería donde disfrutar de un saludable desayuno. Aparcar en Los Ángeles es muy fácil, suele haber sitio en la calle o en grandes parkings subterráneos en las zonas más céntricas. Para aparcar en la calle, lo mejor es hacerlo en los sitios con parquímetro inteligente, que además admiten el pago con tarjeta.

Visitamos el museo LACMA con sus fotogénicas farolas y ponemos rumbo a Hollywood. Aquí dejamos el coche en el parking del Teatro Dolby. Caminamos sobre las estrellas del Paseo de la Fama, admiramos la decadencia del Teatro Chino y nos divertimos entre las cientos de tiendas curiosas de souvenirs que ocupan Hollywood Boulevard.

Es hora de cambiar de barrio hasta llegar al controversial Downtown. Zona algo peligrosa de noche, de día ofrece muchísimas visitas interesantes que no os podéis perder. La librería The Last Bookstore es simplemente una joya. El mirador del ayuntamiento es gratuito y no suele haber mucha gente. La fachada del Walt Disney Concert Hall os dejará sin palabras y el museo The Broad, que es gratis, es un imperdible. Para comer, os recomendamos el Grand Central Market con infinidad de puestos de comida de todo el mundo a precios muy asequibles.

Atravesamos toda la ciudad hasta llegar al bonito barrio de Beverly Hills donde vive “la otra mitad” en increíbles mansiones rodeadas de kilométricas palmeras y un césped cortado al milímetro. Nos hacemos la típica foto en el Hotel Beverly Hills y paseamos un ratito por Rodeo Drive al más puro estilo “Pretty Woman”. El sol comienza a caer y qué mejor lugar para disfrutar del ocaso que el archiconocido Griffith Observatory. Sintiéndonos como en La La Land, disfrutamos de las mejores vistas de la ciudad y del emblemático símbolo de Hollywood mientras las primeras luces se van encendiendo.

En nuestro segundo día, el despertador suena un pelín más tarde. Hoy recorreremos Santa Mónica y Venice Beach en bicicleta, una experiencia súper recomendable que nos hará sentir durante unas horas que estamos viviendo “el sueño californiano”. Las casetas de los vigilantes de la playa, los patinadores y las preciosas casas del paseo marítimo nos hacen pensar que estamos dentro de una serie de TV de los 90.

Ya en Venice, nos hacemos la típica foto con su cartel, recorremos los canales que le dan nombre en Windward Avenue y Pacific Street. Es hora de curiosear en las originales tiendas y cafés de Abbot Kinney Boulevard. Pero tenemos mucha hambre así que probamos uno de los sitios más recomendados de Venice, Great White. Delicioso. Nos tomamos un helado en el Ocean Front Walk de Venice y emprendemos el camino de vuelta hasta Santa Mónica. De camino flipamos con Muscle Beach, un gimnasio al aire libre en la misma playa donde dicen que hasta el mismísimo Arnold Schwarzenegger entrenaba en sus tiempos jóvenes.

El muelle de Santa Mónica es el lugar perfecto para disfrutar del atardecer. Al caer la noche, sus atracciones se iluminan y los puestos de comida se llenan de locales y visitantes. Una última experiencia de película antes de despedirnos de Los Ángeles, la primera ciudad que hemos visitado en esta ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas.

Día 3: RUTA 66

¡Comienza el verdadero road trip por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas! Y empieza a lo grande, 700 kilómetros de nada nos separan de nuestro destino para la noche, Williams. Pero una gran parte de ellos serán recorriendo la mítica Ruta 66 que une Santa Mónica con Chicago, atravesando los Estados Unidos. Varias paradas en el camino harán la ruta mucho más llevadera:

– Elmer’s Bottle Tree Ranch, un museo al aire libre donde chatarra y botellas de vidrio conforman un sitio muy muy particular. No os lo perdáis.
– Brunch en Peggy Sue’s 50’s dinner (Yermo), que es directamente como trasladarse en el tiempo. No os perdáis todas sus salas y su gran variedad de tartas caseras.
– Oatman, un pueblo minero sacado del mismísimo “Far West” donde además los burros campan a sus anchas.
– Kingman con su mítica cafetería Mr. D’Z Dinner y El Trovatore Motel.
– Hackberry General Store, para tomaros grandes fotos de la ruta 66.
– Seligman y sus emblemáticas tiendas: Angel’s Barbershop, The Rusty Bolt, Delgadillos Brothers y Historic Seligman Sundries (puede que cuando lleguéis algunas tiendas ya estén cerradas, pero merece la pena también visitar sus fachadas 🙂

Llegamos a Williams, un bonito pueblo ambientado en el “Far West” que sirve como puerta de entrada al Gran Cañón. Cenamos en Gouldies 66 Route.

Día 4: EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO

Comenzamos la mañana con un breve paseo por Williams y con un café en el restaurante Twisters antes de emprender la media hora de camino hasta la entrada sur del parque nacional del Gran Cañón. El paisaje se transforma por completo, empieza a surgir una vegetación montañosa sobre un terreno aún muy rojizo. Estamos llegando. Como es nuestro primer parque nacional y vamos a visitar unos cuantos en este viaje, en la taquilla de entrada compramos el pase anual. Aparcamos el coche en el centro de visitantes y a partir de ahora nos moveremos en los autobuses gratuitos, mucho más eficiente sobre todo en temporada alta.

Avanzamos unos metros hasta Mather Point y el Gran Cañón aparece por primera vez ante nuestros ojos. Es tan grandioso y extenso que la mirada no consigue abarcarlo por completo. El insignificante río Colorado se esconde entre los cientos de acantilados esculpidos a lo largo de los milenios. Sin poder apartar la mirada, recorremos el fotogénico sendero de Rim Trail que llega hasta Yavapai Point, otro mirador fantástico. Gracias a la línea naranja de autobuses llegamos hasta Yaki Point, un mirador muy famoso para disfrutar del amanecer. Nosotros hemos venido en mayo y amanece a las 5 de la mañana, así que lo hemos descartado, pero puede ser una gran idea si venís en otoño o invierno cuando amanece algo más tarde.

En el mirador de South Kaibab empieza un pequeño trekking hasta Ooh Aah Point y Cedar Ridge, súper recomendado para saborear brevemente lo que supone adentrarse en el Gran Cañón. Hay rutas de senderismo que llegan más lejos e incluso descienden hasta el mismo río, para quien tenga tiempo (y forma física). El camino desciende vertiginoso entre las paredes verticales dejando en cada giro unas vistas más impresionantes que las anteriores. La vuelta es algo más dura, al ser todo cuesta arriba, pero el paseo merece definitivamente la pena. Ahora, gracias a la línea roja de autobuses llegamos a los miradores de Trailview, Maricopa, Powell, Hopi y Mohave Point. Desde aquí sí que se puede ver el río Colorado.

Volvemos a nuestro coche de alquiler para recorrer la Desert View Drive, con miradores imprescindibles como Grand View Point y Desert View Watch Tower. Salimos por la entrada Este en dirección a Page atravesando otras zonas del Gran Cañón y un árido desierto mientras el sol se va escondiendo en el horizonte. Esta visita ha sido sin duda uno de los puntos fuertes de nuestra ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas.

Día 5: HORSESHOE BEND, ANTELOPE CANYON y MONUMENT VALLEY

Disfrutando de un rico desayuno en nuestro hotel con vistas al lago Powell, nos preparamos para uno de los días más emocionantes de esta ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas. La primera parada es el mirador de Horseshoe Bend. Dejamos el coche en el parking (de pago) y recorremos los 10 minutos a pie que lo separan del mirador. El río colorado, sigue atravesando el estado de Arizona deformando el paisaje desértico y creando más y más vertiginosos acantilados. Las fotos desde este mirador serán de las más especiales del viaje. Y en nuestra opinión, son mejores a media mañana ya que el sol ilumina todo el acantilado sin dejar sombras.

Hemos reservado nuestra entrada para visitar el Upper Antelope Canyon o Cañón del Antílope a medio día, cuando se supone que los rayos de sol inciden de manera más perpendicular y las mágicas luces y sombras que se producen dentro del cañón son más evidentes. La excursión está gestionada por los indios navajos y el precio es simplemente abusivo. Una hora y media de actividad (incluyendo transporte desde Page y tour guiado) cuesta algo más de 100 dólares (y los precios siguen subiendo). Eso sí, es una auténtica maravilla y, aunque caro, merece muchísimo la pena.

Y dejamos Page atrás para seguir recorriendo los desérticos paisajes de Arizona hasta la vecina Utah. Justo en el límite de ambos Estados se encuentra uno de los paisajes más espectaculares que hemos visto nunca: Monument Valley. MUY IMPORTANTE: en Monument Valley es una hora más que en Page. La entrada también está gestionada por los navajos, así que no está incluida en el pase anual de los parques nacionales. Si habéis reservado con tiempo y tenéis suerte, podréis alojaros en las cabañas del hotel The View, dentro de la reserva (súper recomendado). Las vistas son simplemente impresionantes. Justo desde aquí empieza un tour autoguiado en coche para visitar las formaciones más emblemáticas. Nuestra parte favorita de todo el viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas. Ver atardecer desde nuestra cabañita fue el broche perfecto a un día “de cine”.

Día 6: MONUMENT VALLEY Y BRYCE CANYON

Con todo el dolor de nuestro corazón dejamos Monument Valley, no sin antes visitar el punto probablemente más famoso de todos: Forrest Gump Point. Ya fuera de la reserva y a unos pocos kilómetros, lo encontramos directamente en Google Maps. Las fotos quedarán para el recuerdo.

Hoy vuelve a ser un día intenso de carretera, pero una buena lista de canciones clásicas de road trip nos ameniza las casi cuatro horas y media que nos separan del parque nacional Bryce Canyon. La carretera de acceso al parque es preciosa y discurre por otro cañón de paredes rojas con túneles de roca súper pintorescos. La temperatura aquí ha caído unos 10 grados, estamos más altos y se nota. La primera parada es Bryce Point, donde podemos dejar el coche durante unos minutos y alucinar con las primeras vistas a este cañón tan único. Los pináculo de piedra descienden en la distancia, coronados por una escasa pero preciosa vegetación que le da un aspecto irreal al paisaje.

Volvemos al coche para aparcarlo definitivamente en el centro de visitantes. Aquí están las vistas más impresionantes al Bryce Amphitheater con los miradores Inspiration Point, Sunset Point y Sunrise Point. Desde este último parte una ruta de senderismo breve pero fantástica. Emprendemos la marcha por el Rim Trail y vamos descendiendo por el trail de Queens Garden, poco a poco, mientras seguimos boquiabiertos con el paisaje. Entre árboles gigantescos, riachuelos y paredes verticales de color rojo, vamos ascendiendo por el Navajo Loop hasta llegar Sunset Point. Cualquiera de las dos rutas alternativas del Navajo Loop son increíbles (nosotros hicimos la de la derecha). Acabamos el día en un restaurante local buenísimo llamado Bryce Canyon Pines Restaurant (¡donde no os podéis perder sus tartas caseras!).

Día 7-8: LAS VEGAS

Nuevo día, nuevo Estado. Nos dirigimos a Las Vegas, en Nevada. De nuevo una carretera desértica nos devuelve al uso horario de Arizona y California. Tras algo más de tres horas los primeros carteles luminosos de neón se van alzando en el horizonte. Entramos por el Stripe, la avenida principal donde se sitúan los gigantescos hoteles de Las Vegas. Nos alojaremos en el hotel The Linq, famoso por su gran noria. Empezamos recorriendo los hoteles emblemáticos del Stripe: los canales del hotel Venetian, el volcán que entra en erupción en The Mirage, el lujo del Caesar’s Palace, las fuentes del Bellagio, la Torre Eiffel del hotel Paris y las montañas rusas del hotel New York, New York. Al atardecer visitamos las coloridas esculturas en medio del desierto de Seven Magic Mountains. Por la noche volvemos a the Linq para cenar en su zona comercial y jugar unas fichas en el casino. Aquí todos los hoteles tienen su propio centro comercial, su zona de restaurantes y su casino. Las Vegas es una parada imprescindible en esta ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas.

El segundo día en Las Vegas empieza en el cartel de bienvenida. Suele haber colas kilométricas para hacer la famosa foto, pero pronto por la mañana suele ser más leve. Muy cerquita está el hotel Luxor y su impresionante pirámide egipcia, donde aprovechamos para desayunar. Por increíble que parezca, ya hay gente dándole a las máquinas tragaperras… Tras unas horas de “relax” en la piscina de The Linq, que organiza varias “pool parties” a lo largo del día. Seguimos la ruta hacia el norte de Las Vegas. En el hotel Circus Circus hay una feria con atracciones y varios espectáculos gratuitos. El hotel Stratosphere, el más alto de Las Vegas con 350 metros de altura, ofrece un magnífico observatorio con unas atracciones en lo más alto, no aptas para cardíacos.

Acercándonos a la parte más antigua de la ciudad, nos topamos con la famosa tienda de segunda mano de Gold & Silver Pawn (buscadla en Google, seguro que os suena). Pero la visita estrella, que no os podéis perder es el Neon Sign Museum, un cementerio de antiguos carteles de neón de Las Vegas súper fotogénico. Es imprescindible reservar con varios días de antelación. Según cae la noche, nos acercamos a Fremont Street, la parte más vintage de Las Vegas, con unas pantallas de led que ocupan toda una galería. Y qué mejor que acabar el día y nuestra visita a Las Vegas por libre con un espectáculo nocturno de los miles que hay en la ciudad. Nosotros elegimos Mad Apple, del Cirque du Soleil y lo pasamos en grande.

Día 9: VALLE DE LA MUERTE Y MAMMOTH LAKES

Hoy nos espera uno de los paisajes más espectaculares de toda esta ruta de dos semanas por la Costa Oeste. A solo dos horas de Las Vegas se encuentra el parque nacional del Valle de la Muerte o Death Valley. En primer lugar es imprescindible cargar bien el coche de gasolina (a poder ser, fuera del parque, que será mucho más barato) y llevar mucha agua o botellas para rellenar en el centro de visitantes. Este parque nacional desértico con paisajes de otro planeta alcanza récords de temperatura máxima todos los veranos, ¡rondando los 55 grados centígrados!

Comenzamos la visita en Dantes View, un mirador con vistas privilegiadas a “la nada más absoluta” que representa este parque nacional. Es hora de registrar nuestra entrada, así que vamos al centro de visitantes de Furnace Creek Area y nos hacemos con unos snacks. Luego nos dirigimos a Zabriskie Point, también ideal para fotografiar con la luz de la mañana. Conducimos por Devil’s Golf Course, uno de los sitios más peculiares del Valle con formaciones puntiagudas de sal. Seguimos hasta el punto más caliente, Badwater Basin, a 86 metros por debajo del nivel del mar. A continuación, recorremos en coche el Artist’s Drive hasta llegar a Artist Palette, con rocas de todos los colores debido a los minerales del suelo. En las horas centrales del día nos refugiamos del calor en el Grand Canyon Trail, que aparece en Star Wars y que ofrece un recorrido a la sombra de 2 km y medio. Por último, según vamos saliendo del parque nos hacemos las últimas fotos en las dunas de Mesquite.

El Estado de California es sorprendente. Es tan grande que del más cálido desierto pasamos, en algo más de 3 horas de coche, a la alta montaña, que aún conserva nieves del invierno en pleno mes de mayo. Hemos pasado de estar a 37 grados a experimentar un atardecer cercano a los 5 grados… Es la magia de este viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas. Hemos llegado a Mammoth Lakes justo al atardecer y está todo cubierto de nieve 🙂

Día 10-11: YOSEMITE

Si viajáis en invierno o en primavera, es posible que el acceso desde Mammoth Lakes hasta Yosemite lleve mucho más tiempo de lo normal, ya que la escénica carretera de Tioga suele estar cerrada hasta principios de junio. En este link encontraréis las últimas fechas de apertura de la carretera. Al ir en mayo, decidimos dedicarle dos días a este increíble parque nacional ya que el primero estaría casi enteramente dedicado al trayecto en coche.

Amanece en nuestra cabañita de Mammoth Lakes entre abetos, nieve y lagos preciosos. Empezamos el día con un paseo por los alrededores del Tamarck Lodge, que se nos hace demasiado corto. Ojalá hubiéramos podido contar con un día entero para conocer esta región enclavada en la Sierra de California. La próxima vez. Cargamos el coche y ponemos rumbo a Yosemite. Aunque no recorremos Tioga road, las vistas desde las carreteras que atraviesan las montañas son fantásticas. Y ¡hay muchísima nieve!Entramos a Yosemite por Tunnel View, un mirador que nos regala la primera imagen de El Capitán, el Half Dome y las cascadas de Bridalveil. Si visitáis Yosemite en temporada alta es indispensable dejar el coche en el primer parking y moverse con los autobuses públicos. Continuamos por la carretera del valle y aparcamos cerca de la cascada de Bridalveil para acercarnos hasta su base.

Siguiendo el paseo, nos dirigimos hacia la base de El Capitán, de 900 metros de alto. Si la Glacier Road está abierta, podemos llegar en coche y disfrutar de un magnifico atardecer desde Glacier Point. Hay además rutas cortitas fantásticas que llegan hasta Taft Point y Washburn Point. Si no está abierto, podemos hacer la ruta de algo más de 1 km que llega hasta Columbia Rock y que cuenta también con unas vistas espectaculares de todo el valle. Atención, esta ruta es todo de subida y es bastante dura.

El día siguiente empezamos con un trekking precioso, Mist Trail, de 5 kilómetros en total y que termina o bien en la cascada de Vernal, con su sempiterno arcoíris o bien algo más arriba en la cascada de Nevada. En cualquier caso hay que dejar el coche en Curry Village y llevar un buen chubasquero si no queréis acabar empapados. La última parada en Yosemite serán las espectaculares Yosemite Falls. Ninguna visita a Yosemite está completa sin antes pasar por la zona de secuoyas gigantes, Mariposa Grove, donde la estrella es Girzzly Giant, un árbol de 1800 años con 9 metros de diámetro y 27 metros de circunferencia. En Mariposa Grove hay varias rutas, la más corta de 500 m y la más larga de 11 km (circular).

Con las últimas luces del día y tras un par de horas de ruta, atravesamos por primera vez el puente de Oakland Bay hasta San Francisco, última gran ciudad de esta ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas.

Día 12-13: SAN FRANCISCO

Tenemos dos días enteros en San Francisco que vamos a aprovechar al máximo. Hemos reservado la primera excursión de la mañana para visitar la isla de Alcatraz. Una visita guiada súper interesante de esta prisión llena de historia y de mitos. De regreso, damos un paseo por el animado pier 39 observando a sus habitantes más famosos, una colina de leones marinos de lo más simpáticos. Paseando por la orilla del océano llegamos a Fisherman Wharf con su Musée Mécanique, donde pasamos las horas muertas probando diferentes máquinas recreativas del siglo pasado. No os lo perdáis. Comemos una rica sopa de almejas en un pan gigante y de postre unos chocolates de Ghiardelli, cuya sede está en San Francisco y además es una zona muy animada.

Es hora de comprar nuestro pase diario para el tranvía de San Francisco. Lo tomamos en Hyde con Beach Street hasta Lombard Street, la famosa calle residencial llena de curvas y más curvas. Las vistas que este tranvía deja a su paso con la bahía de San Francisco y la prisión de Alcatraz de fondo son espectaculares. Con el mismo tranvía llegamos a Powell Station y caminamos hasta Union Square y la pintoresca Chinatown. Para ver el atardecer, qué mejor que ir a un mirador “de película”, las colinas de Twin Peaks (todo el recorrido del día se puede hacer a pie o en transporte público a excepción de Twin Peaks, donde es mejor llevar el coche o ir en Uber).

Bien temprano por la mañana, para tener la mejor luz del día, nos dirigimos con nuestro coche de alquiler a los mejores miradores del Golden Gate: Torpedo Wharf, Golden Gate Overview (cerca del Langdon Court Parking) y nuestro favorito, Baker Beach. Ahora llegamos al espectacular palacio de Bellas Artes y tras un breve paseo nos dirigimos al Golden Gate State Park donde alucinamos con el coqueto Japanese Tea Garden. Con más tiempo nos hubiera encantado visitar el jardín botánico y el jardín de tulipanes. Es hora de visitar una de las postales más típicas de San Francisco, The Painted Ladies, unas casas coloniales de todos los colores con el skyline de San Francisco de fondo. Para comer, nos decantamos por Haight-Ashbury, el barrio hippie por excelencia donde se originó este movimiento cultural en los años 60.

Ha llegado el momento de cruzar el puente del Golden Gate hasta el pueblito costero de Sausalito. Qué sensación más mágica, de verdad, no os lo perdáis. Se debe pagar un peaje al cruzar el Golden Gate en dirección San Francisco, pero se puede hacer por Internet aquí. En esta zona hay varios miradores increíbles. Nuestros favoritos: Battery Yates, Battery Spencer, Golden Gate Observation Deck (cerca de Coastal Trail Parking). Y con estas preciosas vistas volvemos a atravesar el Golden Gate con el sol cayendo a nuestras espaldas y unos recuerdos para toda la vida.

Día 14-15: PACIFIC COAST HIGHWAY

Los últimos dos días de nuestro viaje por carretera por la Costa Oeste de Estados Unidos en 2 semanas los emplearemos en llegar desde San Francisco hasta Los Ángeles, por una de las rutas más escénicas del país, la Pacific Coast Highway (o la “Number One” para los locales). En realidad hay viajeros que le dedican hasta una semana a esta ruta y no nos extraña. Los increíbles paisajes y acantilados, las playas kilométricas y los pueblitos pintorescos se suceden durante los más de 400 kilómetros de ruta. San Luis Obispo es un perfecto punto intermedio para hacer noche en medio del camino. Aquí os dejamos nuestras paradas favoritas:

– Monterrey, cuna del movimiento hippy “Summer of Love” de 1967. Aquí paseamos por Cannery Row y Fisherman’s Wharf
– Carmel-by-the-sea, un precioso pueblo de casitas pintorescas, tiendas y restaurantes. Su playa es una maravilla.
– Bixby Creek Bridge, el puente más famoso de toda la ruta, imagen icónica de la serie Big Little Lies
– Henry Miller Memorial Library, una original librería en medio del bosque
– Julia Pfeiffer Burns State Park donde no os podéis perder las Mc Way Falls que desembocan directamente en la playa
– Atardecer en Elephant Seal Vista Point, cerca de Piedras Blancas, una reserva natural donde se amontona miles de leones marinos 🙂

Y sin querer hemos llegado a nuestro último día de viaje. Recorremos San Luis Obispo y su misión, el pueblo danés de Solvang lleno de molinos antiguos, Santa Bárbara y su calle State junto con la Misión y el muelle Stearns Wharf y por último la playa Matador en Malibú. Y con el cielo algo nublado, por primera vez en más de dos semanas y mirando cómo las olas rompen en el horizonte, nos despedimos de la Costa Oeste de Estados Unidos. El road trip de nuestras vidas.